El congresista Elvis Hernán Vergara Mendoza, investigado por el caso “Los Niños”, ha iniciado una silenciosa pero calculada maniobra política para perpetuarse en el poder. A pesar de las investigaciones fiscales por presunto tráfico de influencias, el parlamentario de Acción Popular ha presentado una lista de candidatos a diputados integrada por su entorno más cercano, lo que deja al descubierto una red de control político tejida desde su despacho y extendida a las estructuras del partido en la región.
La documentación a la que accedió Zona Pucallpa confirmada en la Resolución N.° 007-2025/CED-UCAYALI-AP, que Vergara inscribió una lista conformada por su exasesora, su trabajador de confianza y una dirigente partidaria, todos bajo su influencia directa. Aunque el Comité Electoral declaró la lista inadmisible por fallas formales, el fondo del asunto es más grave: el uso del aparato partidario como herramienta de autoprotección y continuidad política.
Vergara es uno de los congresistas implicados en el caso “Los Niños”, una red parlamentaria que, según la Fiscalía, intercambió favores políticos con el gobierno de Pedro Castillo a cambio de obras públicas y privilegios. Lejos de dar un paso al costado, el acciopopulista busca ahora blindarse desde dentro, asegurando poder e influencia en Acción Popular Ucayali, donde ha logrado construir una estructura de obediencia más que de militancia.
Mientras enfrenta acusaciones de corrupción y tráfico de influencias, controla el proceso electoral interno de su partido y decide quiénes lo acompañan en la lista para el Congreso. Una jugada política que demuestra que, en Ucayali, Vergara no solo pretende reelegirse, sino copar completamente el poder dentro de Acción Popular.
La nómina presentada por el parlamentario incluye nombres que dejan clara su estrategia: Elvis Hernán Vergara Mendoza, Susana Rivera Zanca, su exasesora en el Congreso y fue jefa del Área de Administración de Bienes del Parlamento, oficina donde se gestionan contratos y adquisiciones. Leo Igor Jeri Cardozo, trabajador activo de su despacho congresal y Jeisy Paola Ramos, vicesecretaria general de organización del Comité Ejecutivo Departamental de Acción Popular en Ucayali.
Lejos de ser una lista que represente renovación, es una muestra del círculo cerrado que Vergara ha construido cerrando la puerta a otros militantes del partido.
La inclusión de Susana Rivera Zanca en la lista es uno de los hechos más escandalosos. Hasta diciembre del año pasado fue asesora directa de Vergara, pero poco después fue promovida a jefa del Área de Administración de Bienes del Congreso, dependencia que estuvo en el ojo de la tormenta por un caso de presunta red de prostitución interna.
Su ascenso coincidió con el momento en que Acción Popular liderada por Vergara presionaba al presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, con una moción de censura si no atendía sus exigencias. La moción no prosperó, pero Rivera fue favorecida con un alto cargo. Ahora, aparece nuevamente junto a su exjefe como candidata, cerrando el círculo de compensaciones políticas dentro de su red de poder.
Fuentes internas de Acción Popular en Ucayali aseguran que el proceso electoral interno está manipulado. “En Ucayali ya no hay elecciones, hay designaciones desde el despacho de Vergara”, declaró un militante acciopopulista consultado por Zona Pucallpa.
Mientras la justicia avanza en el caso “Los Niños”, el congresista avanza también, pero en su proyecto personal de continuidad y poder.
Una jugada previsible, pero alarmante, que confirma una vez más que en la política peruana el poder no se pierde: solo cambia de manos, pero dentro del mismo círculo.
Hoy, el pronunciamiento electoral determinará si su lista sigue en carrera o queda fuera del proceso. Pero, más allá de las resoluciones formales, el mensaje político ya está claro: Vergara no planea irse del poder… sino reacomodarse dentro de él.