La Primera Sala Penal de Apelaciones, en la resolución N° Dieciséis de fecha 15 de marzo en donde declara la nulidad de la prisión preventiva contra Bertha Barbarán Bustos, Liz Carol García Rengifo, Kely Soria Del Castillo, Paul Aldahir Dahua Bembino y otros 7 imputados, señala en su materia de discusión en pocas palabras que, la investigación en contra de los imputados sería por revanchismo o resentimiento.
El Colegiado, indica que, el propio Ministerio Público (Fiscalía Anticorrupción) inserta información que aparentemente resquebraja su requerimiento, al advertir que, “la imputación nace de sentimientos revanchistas o cuestiones de índole personal que lo rotula como “confrontaciones entre miembros de la organización criminal”, que pudieron haber sido construidas al haberse generado el caso de los “Fantasmas de Ucayali”; por lo que debió tenerse en cuenta por el juez de primera instancia para emitir su resolución.
En el documento emitido por la primera Sala Penal de Apelaciones, se plasma lo siguiente: “Es así que, advertimos que el representante del Ministerio Público, precisa en su ítem IV del requerimiento, que son “Hechos y elementos de convicción que sustentan el requerimiento” y precisa que, primero: argumentos que sustentan la existencia de una organización criminal en la municipalidad distrital de Yarinacocha (1. antecedentes de la investigación) a.- Caso »Fantasmas de Yarinacocha», en lo que hace constar: (…) Conforme puede apreciarse, la existencia de la organización criminal denominada: «Los Fantasmas de Ucayali», inicialmente estuvo conformada por la propia agrupación política de Alianza para el Progreso, liderada por Jerly Díaz Chota, teniendo también como parte integrante de la agrupación a Bertha Barbarán Bustos y los regidores de su bancada ( ), que a inicios del año 2019, compartían la forma y condiciones de gobierno, es decir, teniendo a la misma líder Jerly Díaz Chota.
Sin embargo, el manejo de las cuotas de poder, podían dividirse en dos direcciones, por un lado, los supuestos servicios fantasmas, investigados por la Fiscalía de Crimen Organizado y el manejo de las contrataciones de servicios de impresión y otros, manejados por Bertha Barbarán Bustos, Paul Aldair Dahua Bembino, Mónica Flores Saldaña, Kely Soria del Castillo, Liz Carol García Rengifo, entre otros, pero siempre en torno a Jerly Díaz Chota.
Más adelante en el mismo ítem, precisa bajo el rotulo de: “b) Confrontaciones entre miembros de la organización criminal”, que: «Los Fantasmas de Ucayali», organización liderada por Jerly Díaz Chota, funcionarios y cómplices extraneus, manejaban los presuntos servicios y compras ficticias para apoderarse de fondos públicos. De la revisión advertimos que el a quo no se pronunciado sobre esta información insertada como “argumentos que sustentan la existencia de una organización criminal en la municipalidad distrital de Yarinacocha”, y que, valorado con los otros elementos de convicción, deberían dilucidar sobre la fiabilidad de dichos elementos”
Revanchismo o no, lo cierto es que, llama demasiado la atención que, en el caso Fantasmas de Ucayali, sea Jerly Díaz Chota, la presunta líder de la organización criminal que estando recluida en el penal al haberse encontrado elementos de convicción para los 36 meses de prisión preventiva requerido por la Fiscalía de Crimen Organizado, pero que a su vez, ella (Jerly Díaz), y personas de su entorno sean principales testigos en el caso seguido contra Bertha Barbarán y compañía.
Acaso estamos hablando de una guerra de ¿presuntas líderes de organizaciones criminales? ¿Guerra de fiscales? ¿sentimiento de revanchismo o resentimiento?
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